El origen de la celebración viene luego de la Primera Guerra Mundial. En 1924, se comenzó a generar conciencia sobre la necesidad de la protección especial para los infantes. Una de las primeras activistas fue Eglantyne Jebb, fundadora de la organización Save the Children que con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños en 1959.
La ONU fijó el Día Internacional del Niño el 20 de noviembre, ya que es la fecha en la que se adoptó la “Declaración Universal de los Derechos del Niño”, en 1959, y la “Convención de los Derechos del Niño”, en 1989.
A partir de 1956, la ONU recomendó:
Se instituya en todos los países un Día Universal del Niño que se consagrará a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinará a actividades propias para promover los ideales y objetivos de la Carta, así como el bienestar de los niños del mundo, y también a intensificar y extender los esfuerzos de las Naciones Unidas a favor y en nombre de todos los niños del mundo;