El tema del Día Mundial del Agua 2019 es «No dejar a nadie atrás», una adaptación de la promesa central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Cada 22 de marzo Naciones Unidas celebra el Día Mundial del Agua y, con ellos, el resto del mundo. Tras 26 años poniendo en valor la esencialidad del agua en nuestras vidas (se declaró en diciembre de 1992 y se celebró por primera vez un año después) con temas como “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?” o “La naturaleza al servicio del agua”, ha llegado la hora de mirar hacia el futuro sin dejar a nadie atrás. Porque, al contrario de lo que muchos puedan pensar, el agua no es infinita y, los cada vez más escasos recursos hídricos del planeta merman con:
El crecimiento de la población: la tendencia sugiere que para el año 2050 la población aumentará a 10mil millones de personas
El cambio climático: según ACNUR solo en 2016 más de 22 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares a consecuencia de los desastres naturales ocurridos en 118 países y territorios de todo el mundo.
Los conflictos bélicos y políticos: numerosos conflictos en diversas regiones del mundo están teniendo al agua como protagonista, acercándonos cada vez más a la Gran Guerra Mundial por el Agua.
Según la ONU, el uso del agua ha aumentado en todo el mundo en aproximadamente un 1 % por año desde la década de 1980, impulsado por una combinación de crecimiento de la población, desarrollo socioeconómico y cambios en los patrones de consumo.
Conocer y concientizar sobre las razones por las que tantas personas se quedan sin acceso al agua segura es la prioridad de este año.
No dejar a nadie atrás
Es el lema escogido este año por Naciones Unidas para recordar que el agua es un derecho humano y que, hoy en día, miles de millones de personas siguen viviendo sin acceso a agua segura o, lo que es lo mismo, sin un servicio de agua potable administrado de manera segura.
Y lo hace poniendo en foco en los grupos marginados como mujeres, niños, refugiados o pueblos indígenas, que habitualmente se pasan por alto y que, a menudo, se enfrentan a la discriminación cuando tratan de acceder y administrar el agua potable que necesitan.
El acceso al agua limpia, el saneamiento y la higiene deben considerarse elementos fundamentales para la salud, la educación, la nutrición y la igualdad de género. Sin éstos, las consecuencias pueden ser devastadoras para aquellos que lo padecen.
Este 22 de marzo vuelve a ser una oportunidad más para denunciar los problemas relacionados con el agua y tomar medidas para cambiar la situación. Vuelve a ser una oportunidad más para conocer y concienciar sobre las razones por las que tantas personas se quedan sin acceso al agua segura es la prioridad de este año. Y vuelve a ser una oportunidad más para aprender que ya no nos queda margen para el error; que no podemos dejar nadie atrás.